Apenas unas
fracciones de segundo para mirar a los ojos del que se cruza y demostraros que
ambos existís y sois seres visibles. Porción diminuta de tiempo que demuestra
que no sois más que eso: dos desconocidos que se toparon por casualidad.
La
desatención cortés como mecanismo para demostrar al extraño que es algo más que
una entelequia o un holograma provisto de frustraciones y anhelos.
Interacción
no focalizada para encontrar tu sitio dentro de la masa, en la aglomeración de
cadáveres en potencia, de juventud, vejez y mediana edad ordenada en guetos.
El gesto
neutro mostrando indiferencia para evitar el conflicto. Atrezzo humano de carne
y hueso que te circunda. Manojos de nervios o sacos de tedio.
Extraños de
existencia transitoria que se esfuman permaneciendo en el anonimato,
diluyéndose en el trasiego.
Este post te salió intensamente lírico. Y el asunto muy baudelaireano. Precioso.
ResponderEliminar