viernes, 9 de septiembre de 2016

PERSONALIDADES



No te preocupes por lo que los demás puedan pensar de ti, estarán ocupados en tratar de averiguar lo que tú piensas de ellos.

La gente está tan inmersa en su singularidad que más que pensar en los demás, los utiliza a modo de espejo para conocerse a sí mismo. Tú eres tú porque te comparas con los demás consciente o inconscientemente. La diferencia con respecto al resto te define y te hace único.

¿Por qué a veces tratamos a toda costa de encajar, de agradar o de no desentonar, entonces? En otras palabras, ¿por qué buscamos la aprobación y valoramos el criterio ajeno más que el nuestro?

Muy fácil, porque si sólo nos fiáramos de nuestro propio criterio seríamos Marujita Díaz o el “Pozí” que en paz descansen, Leonardo Dantés o Loli Álvarez. Nadie es normal en el fondo. La normalidad es un consenso, un constructo social. Lo normal es la anormalidad, que cada uno sea diferente.

Hay tres perspectivas básicas para cada uno: como nos vemos, como creemos que nos ven los demás y como nos ven los demás en realidad.
Combinando estos tres elementos, llegaremos a establecer los tipos básicos de personalidades.

Puedes verte mal, pensar que te ven mal y no estar tan mal considerado o puedes tener una opinión  excesivamente favorable de ti mismo y creerte valorado por los demás cuando, en realidad, pasas desapercibido, por poner solo algunos ejemplos.

Ya os sonará eso de “vive tu vida de acuerdo a tu propio criterio sin importarte lo que piensen los demás” pero ¿hasta qué punto somos completamente libres del criterio ajeno? Si hasta para comprarte un triste mechero preguntas a tu acompañante qué color le gusta más, alma de cántaro… De acuerdo, semejante trivialidad no cambia el rumbo de ninguna vida pero si uno piensa con detenimiento ¿cuántos de nosotros hemos llegado a este  mundo gracias a una opinión ajena que nuestros progenitores interiorizaron sin darse cuenta? ¿Cuántos seres humanos tienen su génesis en el “ya deberíais de ir buscando al bebé”?

 Lo pienso y no sé qué es peor: si ser fruto de un descuido o fallo en un método anticonceptivo, ser un hijo cuya gestación fue motivada por la opinión del círculo que rodea a tus padres o ser concebido  en un encuentro sexual con orgasmo fingido. Siempre sostuve la teoría de que los pusilánimes fueron engendrados en un orgasmo simulado.

Si la gente cree en los horóscopos, debería investigar más aún su génesis. El tipo de polvo que echaron para concebirte y lo que lo motivó debe determinar más tu personalidad que las constelaciones estelares, estoy totalmente convencido.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario