miércoles, 4 de febrero de 2015

ESCLAVOS DE LA VERDAD


¿Quieres que te sea totalmente sincero? La pregunta aparentemente inofensiva adquiere tintes de amenaza en boca del interlocutor al que le pides una opinión veraz.

La verdad está sobrevalorada. Demonizamos la falsedad despreciando su poder analgésico y perseguimos la franqueza a toda costa, como si fuese algo asible e inmutable, válido para todos.

La verdad es una interpretación de los hechos. Tu verdad y la mía no tienen por qué ser la misma y ser ambas legítimas.

Quiero la verdad aunque escueza, aunque duela, aunque mine mi frágil seguridad en mí  mismo, aunque me haga odiarte.

Eso sí, utiliza alguna figura retórica que atenúe al menos su corrosividad y niega lo contrario de lo que quieres decir, usa un lítotes y dime que “no estuve muy acertado” en lugar de decirme que “me equivoqué de lleno”.

Dime una “white lie” o mentira blanca, como dicen los ingleses, y dime que soy “algo especial” en vez de llamarme “lunático”.

Porque ni yo mismo soy honesto conmigo cuando me invade el miedo, porque el autoengaño y la autocensura sustentan el mundo en el que vivimos.

 Los anuncios clasificados mienten:

“Mujer cariñosa busca hombre sincero con quien entablar relación seria. Absténganse francos despiadados a la hora de responder a preguntas relevantes”

Porque no puede existir un mundo sin secretos en el que todo sea explícito.

Porque lejos de hacerte libre, la verdad a toda costa te hace esclavo de la verdad, esa diosa justiciera y decepcionante la mayoría de las veces.

2 comentarios:

  1. En esto no tengo las cosas claras. He tenido etapas de búsqueda de la sinceridad absoluta y otras de valoración de la mentira como ficción que es, en muchos casos, de gran valor artístico (hay gente que serían grandes novelistas si se pusiera en prosa lo que solo practica verbalmente). Lo que es indudable es que en sociedad es muy duro para ti y para los demás ir "con la verdad por delante". Por otro lado, aunque no existe una verdad absoluta, es necesario tener al menos una verdad a la que agarrarse: tu verdad. Uf qué lío.

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  2. Justo hace unas semanas hablaba con unas amigas de lo horrible que sería tener telepatía. Saber lo que piensa de ti en algun momento tus amigos, familia, los jefes.... Y lo que nosotros pensamos de ellos a veces

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